El bloque Justicialista, con Rubén Rivarola y Liliana Fellner a la cabeza, anunció que hoy acompañarán la marcha convocada por la CGT y los gremios de Jujuy , donde además de reclamar contra las políticas del Gobierno Nacional, se volverá a levantar la consigna del pedido de renuncia al gobernador Gerardo Morales, tal como lo resolvió ADEP en su última asamblea.
El pedido de renuncia del gobernador, un grave acto desestabilizador que surgió del propio gremio de los docentes primarios, es visto con asombro y malestar por gran parte de la comunidad. Algunos, sin embargo, entienden que es parte de la estrategia de los defensores de Milagro Sala para victimizarse ante los organismos internacionales que deben analizar la situación de la procesada por asociación ilícita, extorsión y fraude al Estado. “La idea es corroer la figura de Morales, para sostener ante la comunidad internacional que Milagro Sala es una presa política”.
ADEP, antes desde las sombras y ahora a cara descubierta, ha sido la punta de lanza en esta embestida a la estabilidad institucional de Jujuy, mientras el PJ cómplice de los años de saqueo marcha bajo la consigna de “volveremos”, tal como salió en una solicitada publicada el día de hoy.
“La lucha de los trabajadores es una bandera del peronismo”, dijo el jefe del bloque K, Javier Hinojo, demostrando que –por supuesto- cuando gobernaron la provincia no era bandera, ni siquiera deseo, puesto que permitieron que en esos años se libren batallas sindicales y sociales que marcaron con sangre la historia de Jujuy. Legaron sangre. Legaron violencia. Y legaron odio. Decir que hoy los trabajadores son una “bandera” del FPV de Jujuy, no es otra cosa que agitar justas reivindicaciones sindicales con el fin de obtener algún volumen político.
Pero la marcha del Frente para la Victoria local amenaza con convertirse en un gran boomerang y –finalmente- desnudar ante la comunidad los intereses que siempre ha perseguido este sector que gobernó Jujuy durante décadas y la sumió en una postergación social, económica y política de la cual no quieren dejarla salir.
En el colmo de la caradurez, Rubén Rivarola demandó la presencia del vicegobernador Carlos Haquim en la marcha, planteando de este modo y sin disimulo qué es lo que buscan disputar en el marco de esta movilización: poder político. Una interna en que quieren –pero no pueden- meter a Haquim, quien los ha denunciado en reiteradas oportunidades por le vaciamiento ideológico del Partido Justicialista.
También estuvo Celso Jaque en el anuncio de la marcha.
Prensa Jujuy 